16 marzo 2007

La pérdida

El día miércoles perdí mi mochila. Completa! Gracias a Dios, justo antes de salir saqué mi cámara regalona y otras cosas que habría echado mucho de menos. Lo extraño es que no me alteré tanto. Con calma, alabé a Dios. SIIIII!!!! me estoy rayandoooo!!!! total, sabía que aparecería. De todos modos, "a Dios rogando y con el mazo dando" es casi mi lema, así que bloquié todas mis tarjetas, identificaciones y demases.

Horas más tarde, en la noche, una llamada de un número desconocido a mi celular fue lo que confirmó mis esperanzas: una pareja de cartoneros, tan humildes como sólo sus triciclos pueden ser, habían dado con ella después de que algún vehículo la había atropellado y alguien más la saqueó en busca de cochino dinero que yo llevaba para pagar una deuda. Estaba casi-casi todo, incluyendo cosas que a ellos les hubieran servido mucho... pero me la devolvieron. Y junto con ella, me devolvieron mi fe en mi gente santiaguina.

Pérdidas que lamentar? mi fiel pendrive mp3 quedó como "m.... p... 3...", y mi aún más fiel pendrive de información desapareció sin dejar huella. Afortunadamente, tengo todo respaldado. Pero me preocupa que hagan mal uso de la información que éste contiene.

Gracias Diosito!